Un extenso cordón de miembros de la unidad de antiavalots de la Guardia Civil se han hecho con el punto de votación del municipio de Sant Julià de Ramis (Girona), el pabellón municipal, donde tenía previsto votar el presidente del Gobierno, Carles Puigdemont. Con un cordón y a base de empujones, los agentes han retirado al grupo de personas que trataban de proteger el punto de votación.
Cerca de un centenar de agentes han conseguido hacerse con el control del colegio electoral mientras que en el interior del pabellón, los voluntarios retiraban las urnas y los ordenadores para proteger el material electoral. Dentro ya se encontraban el fotógrafo oficial del Gobierno y los escoltas del presidente, a la espera de su llegada.
Finalmente, pero, y por sorprendida el presidente ha podido votar en otro colegio electoral, concretamente en Cornellà de Terri.
Las mismas escenas se han repetido en colegios electorales en Sant Vicenç dels Horts y en Sabadell, lugares donde el vicepresidente, Oriol Junqueras, y la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, tenían previsto votar. Al colegio Sant Jordi del municipio en el cual reside Junqueras se han concentrado un total de 300 personas ante un cordón de los Mossos que bloqueaba el acceso al centro. Tanto Junqueras como Forcadell han votado ya, pero han hecho como Puigdemont y han ido a votar a colegios no previstos y, así, han podido esquivar los controles policiales.
