En Bruselas, bajo la cobertura política de la oficina de representación de la Generalitat ante la Unión Europea, que encabeza Amadeu Altafaj. Esta es la hipótesis que manejan los investigadores de la inteligencia española.
Las más de 6.000 urnas para la celebración del referéndum que anunció el presidente Carles Puigdemont existirían realmente, ha podido saber EL TRIANGLE. Según las investigaciones en marcha, se habrían fabricado en un país del antiguo bloque del Este –probablemente, Rusia o Serbia- y habrían sido trasladadas hace meses a Bruselas, donde estarían resguardadas en espera de ser transportadas próximamente a Cataluña, en vísperas del 1-O.
La Fiscalía ha activado a todos los cuerpos policiales –incluidos los Mossos d’Esquadra- para que impidan la celebración del referéndum aprobado por el Parlamento y el Gobierno de la Generalitat. La pieza capital para su realización son las urnas y, en las últimas semanas, se han publicado todo tipo de especulaciones sobre su existencia y su posible ubicación.
Por filtraciones procedentes de la ANC, se ha sabido que están bajo la protección de la inmunidad diplomática. Esto hizo que se especulara que algún consulado de Barcelona –se habló de los países bálticos- podría almacenar las urnas. Pero esta hipótesis ha quedado descartada y los países implicados han afirmado rotundamente que no permitirán que se utilicen sus consolados honorarios de Barcelona para esta finalidad.
Ahora, la tesis de los investigadores de la inteligencia española es que las urnas estén bajo el control de la delegación de la Generalitat en Bruselas y parece que la pista es buena. EL TRIANGLE ha hablado con la responsable de comunicación de la delegación, que ha negado que en las dependencias oficiales, ubicadas en dos plantas de la Rue de La Loi, 227, se encuentren las famosas urnas. Se apunta que estarían en un almacén externo que habría alquilado la Generalitat en Bélgica.
