El alcalde de Vilvoorde, Hans Bonte, afirma en una entrevista a Efe que el imán de Ripoll Abdelbaki Se Satty despertó recelos en la misma comunidad musulmana de la zona, que decidió expulsarlo de la mezquita.
«El imán de la vecina localidad de Diegem vino a preguntarnos por él. Les parecía un hombre extraño, que decía que vendía de España porque allá no tenía futuro y que se autoproclamava imán, aunque no tenía ningún papel para acreditarlo», explicó Bonte sobre Es Satty, que vivió a principios del 2016 en esta pequeña localidad del Brabante flamenco, a 12 kilómetros de Bruselas.
El imán de la población de Diegem, próxima a Vilvoorde, estaba interesado en saber si existían antecedentes policiales sobre el imán de Ripoll, puesto que tenía dudas de su historial previo, puesto que el hombre no respondía a preguntas sobre su pasado.
Bonte dijo que ni a ellos ni a las autoridades españolas contactadas -no mencionó a qué cuerpo policial se refería- les constaba entonces ninguna prueba ni vínculo directo con actos de terrorismo u otras formas de delincuencia en el caso del imán de Ripoll.
