Mayor Oreja ve etarras…

Hace unos pocos años tuve la oportunidad (que no el honor) de hablar con el ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja. Hablábamos del despliegue de los Mossos, que él vivió en primera persona, y un tema nos llevó a otro hasta que el veterano político, a saber en qué extraño tumbo, me insinuó lo que dijo el otro día en voz alta cuando le preguntaban si el asesinato de Miguel Ángel Blanco puede ser considerado como el principio del fin de ETA: «Bueno, es que no hay un final de la organización terrorista. No hay un final de ETA. Hay un momento en que ETA deja de matar. Ha dejado de ser la vanguardia del movimiento nacionalista. Pero el proyecto de ETA, el proyecto de ruptura con España está vivo. Está vivo en Cataluña» (este es el primer estufido de la entrevista publicada en ‘ok diario’)…

La ocurrencia me hace pensar en aquella sui generis conversación donde, hablando de los Mossos, en un abrir y cerrar de ojos, Mayor Oreja rápidamente me relacionaba la banda con Cataluña. «Mezcla ondas, ¿no?», recuerdo haberle dicho sorprendido por la ida de olla. Él, tozudo, me replicó que sabía de lo que hablaba, y aquí lo dejamos. Pensé que se lo creía, y eso aún me perturbó más.

Pensé entonces y constato ahora que al ministro de Aznar le falta un tornillo. Como el niño de ‘Sixth Sense’, que en ocasiones veía muertos, Mayor Oreja ve etarras por todas partes. Aparte de mezclar manzanas con peras (ETA con Cataluña), no satisfecho, el político vasco se atreve también negando la mayor: «No hay un final de ETA«. Quiero suponer que son los efectos secundarios de una vida dedicada a perseguir la banda. Recuerda cuando, tras los atentados de Madrid del 11 de marzo de 2004, el gobierno de Aznar acusaba ETA de la matanza, cuando en realidad había sido una célula de Al Qaeda; años después, El Mundo aún sostenía la teoría etarra (en realidad, la posverdad la inventaron ellos…). Desconozco si Mayor Oreja es del selecto club de los que aún hoy ‘creen’ que aquello lo hizo la banda terrorista vasca, pero y vistos los precedentes, no me sorprendería.

ETA está viva, como dice Mayor Oreja, pero no en Cataluña como dice él, sino a su cerebro. Entiendo que la dureza del momento puede dejar secuelas, pero eso no justifica las sandeces del exministro. Y más viniendo de alguien que ha ostentado las altas responsabilidades que Mayor Oreja ha ostentado. Me pellizco y no salgo de mi asombro con el tridente sucesorio de Aznar: Mariano Rajoy, Rodrigo Rato y Mayor Oreja. ¿No había nadie más? Ahí es nada el trío de ases que guardaba Aznar bajo la manga…

Independentistas o no, procesistas o no, estaremos de acuerdo que mezclar una banda terrorista como ETA con el movimiento independentista catalán no tiene ni pies ni cabeza y es por lo menos una auténtica estupidez. El proceso, con todas sus aristas, se aparta, al menos hasta ahora, de las maneras violentas, leitmotiv de ETA.

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