El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, sigue convencido en concentrar las funciones de la organización del referéndum previsto para el 1 de octubre en un solo consejero. De entrada, esta organización no tendría que comportar la creación de ninguna consejería nueva ni el cambio de nombre de alguna ya existente.
Este miércoles, Puigdemont ironizaba ante el presidente del grupo parlamentario del PPC, Xavier Garcia Albiol, cuando le decía que «en septiembre de 2016, ¿dónde estaba usted? ¿Descubre hoy que Junqueras tiene el encargo del Gobierno de preparar el referéndum? Hombre, ha tardado un poco en saberlo. Está claro que tiene este encargo y está claro que lo está haciendo».
Puigdemont hizo esta afirmación en la comparecencia ante el pleno del Parlamento catalán en la que tenía que dar explicaciones sobre la destitución de Jordi Baiget como consejero de Empresa y Conocimiento, unas explicaciones que no aportaron nada de nuevo al argumento que ya había dado de «pérdida de confianza».
A pesar de que en una conversación informal con periodistas el presidente catalán descartaba este miércoles hacer más cambios en su ejecutivo, El Nacional explica que Puigdemont se reunió por la tarde con consejeros del PDECat en el Palau de la Generalitat para concretar como efectuar la «reorganización y concentración de funciones» que tendrán los diferentes departamentos y consejerías en los próximos meses, para encarar el referéndum y el post-referéndum.
Entre los consejeros que participaron en la reunión estaban el titular de Empresa, Santi Vila, el de Territorio, Josep Rull, y el de Interior, Jordi Jané. También asistió a la reunión la coordinadora general del PDECAT, Marta Pascal, y se apunta también la presencia del presidente del partido, Artur Mas. Al acabar la reunión, que duró dos horas, los consejeros se marcharon de la Generalitat por diferentes accesos, para evitar hacer declaraciones.
Todo apunta que la reorganización que quiere Puigdemont se llevará a cabo durante las próximas horas y podría afectar especialmente a los departamentos de Gobernación, el de Meritxell Borràs, y de Participación, que encabeza Raül Romeva.
También ha trascendido que mientras consejeros del PDECat están dispuestos a que el referéndum pueda afectar a su carrera política, no lo están nada a que pueda afectar a su patrimonio y el de sus familias.
Cómo explica La Vanguardia, todo ello está generando la sensación dentro de las filas del PDECat de ser quienes están pagando el pato del procés, mientras que sus socios de gobierno de ERC están saliendo indemnes de las consecuencias. Cosa que, según este rotativo, provoca que «el ambiente en el seno del Gobierno (catalán) es asfixiante: suspicacias entre compañeros de gabinete, temores expresados a medias por miedo al apelativo de traición y sospechas de escuchas telefónicas que llegan a la paranoia aunque quizás tengan alguna base real».
En este contexto, consejeros y altos cargos del Gobierno catalán estarían pidiendo al presidente Puigdemont un cambio de estrategia ante la convocatoria del 1 de octubre. Con este horizonte, el presidente de la Generalitat tendrá que abordar la crisis de Gobierno, que puede poner todavía más palos en las ruedas de la hoja de ruta independentista.
