El enfado de la CUP por la falta de consecuencias derivadas del caso Manga para algunos de los implicados llega hasta el punto de que esta formación no descarta hacer valer sus diez diputados en el Parlamento de Cataluña para que rueden más cabezas en este asunto de corrupción, publica el Diari de Girona.
El escándalo se conoció en 2013, cuando Vigilancia Aduanera y la Agencia Tributaria entraron en el Consejo Comarcal de la Selva y en el Ayuntamiento de Sant Hilari Sacalm. El regidor de la CUP en Girona Lluc Salellas ha señalado los nombres de altos cargos del PDECat salpicados por «indicios de clara corrupción» que mantienen responsabilidades políticas: el director del Patronato de Turismo Costa Brava Girona, Ramon Ramos, la diputada y regidora de Maçanet de la Selva Natàlia Fiegueras y el alcalde de Caldes de Malavella y presidente del Consejo Comarcal de la Selva, Salvador Balliu.
Considera que tendrían que dimitir y ha exhortado al presidente de la Diputación, Pere Vila, a destituir a Ramos, a quien se señala como «conseguidor». Por su parte, la regidora cupaire en Santa Coloma de Farners Sylvia Barragán ha manifestado que el proceso «no tiene que ser una excusa para tapar la corrupción».
Los cupaires han presentado un blog sobre este asunto, que describen como «el caso de corrupción más importante de las comarcas gerundenses»: La teranyina del Cas Manga.
