Finalmente, el concejal del PDECat en el Ayuntamiento de l’Escala (Girona), Martí Guillem Sureda, ha dimitido a raíz de la polémica generada por haber organizado una exhibición de maniobras del ejército en el camping de su propiedad.
El regidor es el propietario del camping Isla Mateua, donde se hicieron las maniobras que él mismo organizó, ya que tiene una «excelente relación» con las Fuerzas Armadas y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad ce el Estado.
El portavoz del PDECat en el Ayuntamiento de l’Escala, Robert Bosch, ha comunicado la dimisión de Guillem a través de Twitter, donde ha asegurado que ha aceptado la renuncia del concejal por el bien común del proyecto, afirmando que «a regañadientes, acabo de aceptar la dimisión de nuestro regidor, Martí Guillem. Lo hago por el bien común del país, del proyecto y del partido».
Robert Bosch añade que «tenemos que eliminar cualquier sensación de falta de compromiso con Cataluña y con el President. En momentos excepcionales, decisiones excepcionales. Le agradezco el trabajo hecho, que ha sido mucho y muy bueno. Seguimos con el mismo compromiso inamovible, trabajando por L’Escala y por Cataluña».
La dirección del camping del regidor dimitido explicó que la intención de hacer el simulacro de asalto anfibio a la costa de l’Escala, y ante el negocio de Guillem, era la de «acercar a la sociedad las tareas que hacen estos cuerpos de seguridad».
Las mismas fuentes aseguraron que «en ningún momento» hubo material bélico ni ningún tipo de arma dentro del recinto del centro, y que el camping ofreció las instalaciones para poder hacer una exposición y una conferencia posterior a la exhibición.
Desde el camping insisten en el hecho que los asistentes hicieron una valoración «positiva» de la actividad, y que se les había informado previamente por sí querían asistir a la exhibición.
La dirección del centro afirma que también colaboran con los Mossos d’Esquadra y se muestran «orgullosos» de participar en varios proyectos solidarios y medioambientales.
El caso empezó cuando el pasado viernes cuando una veintena de miembros del ejército hicieron un simulacro de asalto ante las costas de l’Escala.
El ejercicio era un asalto a la línea costera donde los militares y el cuerpo policial se tiraron al agua e hicieron rappel en la Isla Mateua.
Participaron diecisiete militares y seis miembros del Grupo Especial de Actividades Acuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, cargados con todo el equipo, incluidas armas de combate.
La exhibición reunió numerosos clientes en la zona de la piscina del camping, desde donde pudieron ver las maniobras.
