EL TRIANGLE ha tenido acceso a la documentación policial y judicial de Suecia que explica con detalle el supuesto modus operandi de un grupo sueco con vínculos en Sitges, acusado de haber introducido grandes cantidades de droga en Europa en veleros. El líder del grupo, Jonas Falk, dice que es inocente y que la Fiscalía sueca y un juez de Vilanova i la Geltrú están obsesionados con él. Hay que destacar que Jonas Falk fue absuelto por la Audiencia de Estocolmo, así como tener en cuenta la presunción de inocencia hasta que haya sentencia en el juicio que él y once personas más están esperando en la Audiencia de Barcelona por blanqueo de capitales y delito fiscal.
El 2 de junio del 2010, de madrugada, el ciudadano sueco Mauritz Andersson fue detenido por los guardacostas franceses cerca de la isla de la Martinica. Su barco estaba cargado con 1,4 toneladas de cocaína. En el registro posterior se constató que la cocaína tenía una pureza del 83% y que su valor en el mercado mayorista en Europa superaba los 42 millones de euros. En el registro también encontraron dos ordenadores portátiles con mucha información.
La operación de los guardacostas franceses no era una inspección al azar, sino el punto final de la operación Playa, un JIT –joint investigation team, en el argot policial anglosajón- entre España, Suecia y Francia. Al cabo de unos cuántos meses, el 27 de diciembre del 2010, Jonas Falk (Estocolmo, 1970) fue detenido por la policía en una exclusiva urbanización de la ciudad colombiana de Girardot. Le acusaron de ser el jefe máximo del grupo Playa. Su detención marcó el inicio de un culebrón judicial que ha pasado por los juzgados de Estocolmo y de Barcelona y que ahora tendrá el próximo capítulo en los juzgados de Vilanova i la Geltrú.
‘SITGES CONNECTION’
Jonas Falk aterrizó en Sitges en enero del 2007 con su tía materna, Harriette B., interesado en comprar una casa. En aquel momento había un grupo de delincuentes suecos establecidos en la Blanca Subur, entre los cuales Mikael Rönnkvist y Tony Batalla. Los dos figuran en la lista de atracadores más importantes del país nórdico, con varias condenas largas. Mikael Rönnkvist llegó a la fama mediática en mayo del 2009 cuando mató con dos disparos a Kita, un perro policía, durante un atraco en Umeå.
Jonas Falk inició su carrera delictiva como atracador de bancos en 1992, cuando tenía unos veinte años. Lo condenaron por cinco atracos y estuvo 12 años en las prisiones de Suecia. Se fugó dos veces en circunstancias espectaculares. En las prisiones de alta seguridad de Hall y Kumla entró en contacto con la Brödraskapet, una organización de la élite de la delincuencia sueca. En el 2003 salió en libertad condicional.
Dado su currículum delictivo encabeza la lista Nova, de los cien delincuentes suecos más activos. Harto de llamar la atención, deja su tierra y empieza a viajar por el mundo, sobre todo en España y en Colombia, donde vive largas temporadas. «El interés por Sitges de Jonas le viene de Mikael Rönnkvist. Son amigos de antes», dice Mattias J., un empresario sueco que ha vivido en Sitges desde los años 90. No tiene antecedentes penales, pero se ha visto metido en los asuntos de Jonas Falk por querer ayudar a su compatriota.
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