La vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, ha atribuido al Vaticano una posición contraria al proceso soberanista. En concreto, ha dicho que el secretario de Estado Pietro Parolin manifiesta que el futuro de Cataluña es algo que «todos los españoles tienen que decidir». Esta posición es la que mantiene el ejecutivo de Mariano Rajoy sobre los intentos por parte del gobierno de la Generalitat de organizar un referéndum sobre la independencia.
Sáenz de Santamaría ha emplazado al presidente Carles Puigdemont a abandonar la idea del referéndum aduciendo que «no tiene ninguna salida», y ha manifestado: «Suficientes problemas te da la vida para que encima te los añada la Generalitat».
Omella, cardenal
La vicepresidenta ha hecho estas declaraciones desde el Vaticano, donde representa al gobierno español en el acto de proclamación del arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, como cardenal, el octavo que ha tenido la capital catalana.
Omella, nacido en la comarca del Matarranya y catalanohablante, era el candidato al arzobispado de Barcelona menos deseado por el independentismo. Alineado con el sector más abierto de la Iglesia, que tiene como exponente destacado al papa Francisco, ha marcado distancia con el movimiento soberanista catalán, a diferencia de Joan-Enric Vives, que era el favorito del sector procesista a la sucesión de Lluís Martínez Sistach.
