El Congreso de los Diputados ha aprobado, este jueves, el decreto de reforma del sector de la estiba. El Gobierno de Mariano Rajoy ya había intentado la aprobación del decreto, pero fue rechazado en primera instancia. El gobierno central ha conseguido sacar adelante su propuesta con los votos favorables de Ciudadanos y el PNV, pero ha sido decisiva la abstención del grupo parlamentario del PDECat para su aprobación.
El cambio de posicionamiento de los nacionalistas catalanes ha coincidido con la ausencia de los representantes del Estado en la reunión, el pasado viernes, del Consorcio del Palau de la Música, hecho que permitió que la Generalitat evitara que el Palau acusara a la antigua Convergencia Democrática de financiación ilegal.
Desde el PDECat, el diputado Ferran Bel, ha afirmado que su cambio de posicionamiento se ha debido a la negociación con el Gobierno, que ha introducido mejoras en el decreto, y que «hemos actuado con responsabilidad con las instituciones europeas, con los puertos catalanes y con la economía catalana».
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha defendido que el decreto se ha aprobado con el máximo consenso al que se ha podido llegar. El ministro ha pedido a los trabajadores que hagan esfuerzos para llegar a acuerdos, a pesar de que estos ya han anunciado huelgas.
El PSOE denuncia que la propuesta del Gobierno del PP no garantiza los puestos de trabajo de los estibadors. Unidos Podemos ha calificado el decreto de «real decreto chapucero», y han denunciado que ha habido una «compra de voluntades» en las negociaciones.
También desde el grupo de Compromís se ha denunciado que no se han buscado consensos y lo que sí que ha habido es un «mercado de votos».
