La Policía Nacional se llevó de casa del ex presidente Pujol, el pasado 26 de abril, entre otros documentos las cartas del abuelo Florenci. En el salón de la vivienda de Pujol en Barcelona, los agentes localizaron un «sobre que contenía hojas manuscritas del abuelo Florenci». Y en la habitación del matrimonio Pujol-Ferrusola encontraron una «libreta marrón con anotaciones manuscritas del abuelo Florenci».
En las actas de entrada y registro de la policía, ordenado por el juez José de Mata, se cuenta que los agentes también encontraron el testamento que Florenci Pujol otorgó ante notario a finales de los años 60, un «testamento otorgado por el señor Florencio Pujol Brugat el 17 de marzo de 1967. Notario Àngel Martínez Sarrion», según El Confidencial.
Por el que ha trascendido, este testamento no dice nada de la fortuna que supuestamente legó a la familia, con el que del presunto legado no existe ningún documento. Florenci Pujol guardaba, presuntamente, dinero en Suiza que después de su muerte fue enviado a Andorra, donde quedó hasta 2014.
Este dinero no estaba regularizado, y el padre de Jordi Pujol dispuso que se repartiera entre su nuera, Marta Ferrusola, y sus siete nietos, por el miedo a las consecuencias que la carrera política de Pujol pudiera tener para el bienestar económico de la familia. En estas cartas, el abuelo Florenci hablaba de su preocupación por la orientación política de su hijo y viene a decirle que se encargará que a la familia no le falte nada cuando muera.
Este es el único documento relacionado con el caso del legado de Florenci Pujol, y que la familia Pujol sitúa como el origen del dinero que ha mantenido oculto en Andorra sin declarar a Hacienda. En la comparecencia de Jordi Pujol el pasado mes de septiembre en el Parlamento catalán, hizo ya alusión a las cartas, y leyó algunos fragmentos, en los cuales Florenci expresa su preocupación porque el hijo «acabe pelado», sin recursos económicos.
La Fiscalía y el juez nunca han creído esta versión, y han recriminado a la familia Pujol-Ferrusola que no haya aportado ninguna prueba documental sobre el legado, que sería «un mero relato» exculpatori. Los investigadores sospechan que el origen del dinero andorrano procede de actividades ilícitas durante el mandato de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat de Cataluña.
