El camino diplomático hacia Marruecos pasa por Madrid. Esta es la idea que ha transmitido el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Nasser Bourita, con respecto a los planes del presidente catalán Carles Puigdemont de visitar su país. «Marruecos mantiene y mantendrá siempre una estrecha concertación con las autoridades españolas para la organización de este tipo de visitas», ha expresado en una rueda de prensa compartida con su homólogo español, Alfonso Dastis.
Bourita, además, ha adjudicado a la Generalitat de Cataluña la chapuza de la visita frustrada de Puigdemont a Rabat, cancelada porque ninguna autoridad local podía recibirle. El ministro marroquí indicó que visitas como de esta naturaleza deben concertarse previamente en cuanto a formato, fechas y programa, y que los interlocutores con los que se quería reunir el presidente catalán estaban ocupados en la fecha -la «única fecha», ha especificado- propuesta por la Generalitat.
La previsión de Puigdemont era visitar el Marroc del 7 al 9 de mayo en compañía del presidente de Flandes, Geert Bourgeois.
