El pacto de Jordi Montull con la Fiscalía está a punto de cerrarse, según fuentes judiciales citadas por Europa Press que señalan que la confesión no afectará a ningún alto cargo aparte del ex-tesorero de Convergència Daniel Osàcar, uno de los principales acusados del caso Palau.
Con este acuerdo, la mano derecha de Fèlix Millet quiere conseguir una rebaja en una futura condena contra él y su hija Gemma, que era responsable financiera del Palau de la Música.
Está previsto que Montull se limite a confirmar las acusaciones existentes contra las personas que ya se encuentran procesadas, pero las citadas fuentes no descartan que queden señalados también otros altos cargos de Convergència. En ese caso, toda acción penal sobre ellos se decidiría fuera de este juicio.
Prescripciones rechazadas
En cuanto a la acusación contra Osàcar, el fiscal Emilio Sánchez-Ulled niega que hayan prescrito los delitos de tráfico de influencias y de blanqueo de capitales presuntamente cometidos por el ex-tesorero convergente y por los directivos de Ferrovial Pedro Buenaventura y Juan Elizaga. Ha reclamado al tribunal que no admita las peticiones formuladas en ese sentido por las defensas de estos acusados en las cuestiones previas.
El fiscal sostiene que Convergència y Ferrovial emplearon el Palau para enmascarar un tráfico de influencias criminal y que su relación se enmarca en la financiación ilegal del partido. Considera, asimismo, que los delitos supuestamente cometidos están interconectados y forman parte de un mismo «proyecto».
