El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha afirmado categóricamente en una entrevista concedida a la Cadena SER que los responsables del Gobierno de la Generalitat «cumplirán la sentencia del Tribunal Constitucional» y que «no habrá referéndum». Asimismo, ha asegurado que el Gobierno español y la Fiscalía están preparados para hacer frente a eventuales escenarios de desobediencia: «somos gente seria y responsable y no vamos a improvisar en un caso como este».
En cuanto a la presidenta del Parlamento de Cataluña, Carme Forcadell, Catalá ha dicho que el TC hace una interpretación de la Carta Magna que «le está llevando a tomar decisiones por unanimidad» y que «no puede producirse el referéndum bajo nuestro ordenamiento. No puede suceder». «Es impensable que alguien un responsable político incumpla la Constitución y no pase nada», ha expresado.
El TC ha abierto recientemente una nueva vía penal contra Forcadell y algunos miembros de Mesa, instando a la Fiscalía a emprender acciones sobre la supuesta desobediencia que cometieron cuando se aprobaron acuerdos sobre el referéndum y el proceso constituyente.
La Púnica y el presidente de Murcia
Por otra parte, el ministro ha reconocido que el presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, obtuvo información reservada de la Fiscalía General del Estado en el caso de la trama Púnica. En concreto, que conoció por lo menos dos días antes que las acusaciones y la defensas la resolución con que se dio instrucciones para que no se le acusara, aunque él no estaba personado en esta causa. «Ha pasado el tiempo y, me temo, las manos suficientes como para que haya oído hablar del asunto», ha declarado el ministro.
Sobre el fondo del asunto, Catalá ha indicado que el presidente murciano no llegó a firmar nada con la trama. Las fiscales del caso se han negado a firmar el escrito en el que la Fiscalía Anticorrupción ha solicitado que no se investigue a Sánchez. Por este desacato, el ministro ha cargado contra las fiscales, a las que acusa de no mantener «su criterio», y ha rechazado que exista manipulación alguna. Catalá ve anómalo el comportamiento de las fiscales rebeldes, pero no el conocimiento anticipado por parte del presidente murciano de que los fiscales del Tribunal Supremo se habían opuesto a que fuera investigado.
