Los vecinos del Raval no son los únicos que están siendo expulsados de sus viviendas para vender después el inmueble a un grupo inversor extranjero que lo convertirá en apartamentos de lujo. En pleno barrio Gótico y en una de las zonas donde ya hay más turistas que vecinos, el fondo de inversión francés Spirit Reims acaba de comprar un edificio de 12 viviendas y dos locales comerciales para transformarlo en lujosas residencias para extranjeros adinerados.
La operación, entre la compra y la rehabilitación, se acerca a los 7,5 millones de euros y durará unos dos años. El edificio, situado en la calle Còdols, 13, es uno de los ejemplos más gráficos de la utilización de medidas de persuasión que rozan la ilegalidad para expulsar a los inquilinos, tildados despectivamente como bichos en el argot inmobiliario. En esta operación especulativa destaca el papel que Desokupa, una polémica empresa especializada en desalojos express, ha tenido a la hora de echar a los vecinos del edificio.
El fondo de inversión francés ha sido asesorado en esta compra por SH Walters y por Angulo Management, dos firmas que actúan como intermediarias en el mercado inmobiliario barcelonés. Spirit Reims aterrizó en Barcelona en 2013 atraída por el buen precio del mercado residencial y por la fascinación que la ciudad genera en el mercado francés, que valora sobre todo el clima y la proximidad con el país galo. El primer negocio fue la adquisición de un edificio en la calle Balmes cuya rehabilitación está a punto de acabar y el segundo ha sido la compra de un solar en el barrio del Poblenou para hacer un bloque de viviendas.
COACCIONES Y AMENAZAS
El modus operandi utilizado por Desokupa para vaciar Còdols, 13 repite el mismo patrón de coacciones y amenazas usado con anterioridad en el desalojo de Can Dimoni -denunciado a la justicia por el Observatorio DESC- y en dos intentos más en el Raval y la Clota que se frustraron por la movilización vecinal.
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