El ex-presidente de la Generalitat, Artur Mas, se ha mantenido firme en su inocencia y ha reiterado que «estamos íntimamente convencidos de que no cometimos ningún tipo de delito«, «no tengo ni la menor duda«, ha asegurado el ex-presidente. En su intervención final ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Mas se ha responsabilizado de haber ideado e impulsado la consulta del 9N, y ha asegurado que «estamos aquí por el éxito de la consulta independentista. Y este éxito no gustó a determinadas instancias del gobierno español. Ahora se pretende que se pague este desafío».
Artur Mas ha lamentado que «en lugar de estar orgullosos del 9N, lo quieren convertir en un delito. Qué pena, qué error, qué grave error«. En cuanto a Joana Ortega, Irene Rigau y Francesc Homs, Mas ha recordado que los miembros del Gobierno, cuando prometen el cargo, prometen lealtad al presidente de la Generalitat. Por este motivo, Mas no tiene ningún problema en considerarse el único responsable «de haber escuchado la gente y de haber puesto las urnas», porque «se comportaron con esta debida lealtad«, puesto que «las directrices y las indicaciones emanaban del presidente de la Generalitat».
Según Artur Mas, el gobierno central «nos estaba impidiendo participar de una manera democrática y cívica, en una consulta sin consecuencias legales«. «Si estuviéramos aquí solo por haber desobedecido al Tribunal Constitucional, ¿Cuántos juicios de estas características tendrían que haber constantemente por desobediencias manifiestas del gobierno español al Tribunal Constitucional, un gobierno que desobedece sistemáticamente las resoluciones y las sentencias del Constitucional?», se pregunta finalmente el ex-presidente de la Generalitat.
