Este sábado, 28 de enero, el Consejo Político y el Grupo de Acción Parlamentaria (GAP) de la CUP decide si apoyará, o no, los presupuestos de la Generalitat para el 2017. Por un lado, los cupaires ya han asegurado que, decidan lo que decidan, no los volverán a negociar porque no quieren «alargar la agonía de unos presupuestos que su militancia ya habría vetado» y, por el otro, JxSí se mantiene firme en que ya no habrá ninguna otra oferta sobre la mesa.
Albert Botran, diputado de la CUP, ha asegurado que «la decisión del sábado es firme y se mantendrá aunque se amplíe el plazo para la negociación«. Han sido muchas negociaciones que han hecho los cupaires con el Gobierno catalán. Algunas exigencias las ha aprobado, como llegar un preacuerdo con los sindicatos de enseñanza catalanes, aunque ha rechazado otras, como la modificación del modelo fiscal.
En el supuesto de que los anticapitalistas se nieguen a aprobar los presupuestos, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, amenazó en que daría por acabado su mandato y disolvería el Parlamento para convocar nuevas elecciones. Pero de aprobarse las cuentas del Gobierno, Puigdemont ha asegurado que el referéndum y la hoja de ruta del proceso seguirán su curso. No se descarta, pero, la opción de que la CUP traslade la decisión a una asamblea donde pueda participar toda la militancia.
