Los resultados tapan una grave crisis interna

La crisis de la gala de la FIFA y el cruce de declaraciones sobre el futuro de Messi son sólo la sombra de una bomba de relojería
Título de la imagen
Título de la imagen

Es absolutamente falsa y sólo aparente la pretendida sensación de control y autoridad ofrecida por el director deportivo del FC Barcelona, Albert Soler, al desposeer de su cargo a Pere Gratacós, hasta el pasado viernes responsable de Relaciones Institucionales Deportivas con la Federación Española de Fútbol. Pere Gratacós cayó fulminado después de unas declaraciones en las cuales, realmente, sólo afirmaba que siendo Messi el mejor del mundo, compañeros como Iniesta, Neymar, Suárez o Busquets multiplicaban su rendimiento. No fue lo que dijo sino como lo dijo y el inoportuno momento en que lo dijo.

Albert Soler, pero, no había exhibido esta misma contundencia, más bien al contrario, el lunes anterior cuando cuatro de los cracs se negaron a viajar a Zúrich a la gala The Best de la FIFA, o cuando el delantero Luis Suárez, un empleado del club como Pere Gratacós se mire por donde se mire, increpó al CEO Òscar Grau por haber apelado al «sentido común» a la hora de plantear la renovación de Leo Messi.

Esta semana trágica barcelonista desde el aspecto comunicativo y mediático sólo es la mínima expresión de la carencia de liderazgo en el gobierno interno del FC Barcelona, hoy en día verdaderamente expuesto a nuevas y peores consecuencias que los episodios de desconcierto recientemente vividos.

En el fondo, Albert Soler no supo ni pudo controlar la crisis del viaje a Zúrich como era su trabajo y plena responsabilidad. La crisis empezó después del empate liguero en Vila-real (1-1) el domingo día 8 de enero, cuando los convocados para representar el club en la gala de la FIFA -Messi, Suárez, Iniesta y Piqué- le comunicaron su intención de quedarse para entrenarse el lunes y así preparar mejor el partido de Copa del Rey del miércoles día 11 con la misión de remontar el 2-1 del partido de ida en San Mamés contra el Athletic.

Soler convocó una reunión de urgencia con los capitanes para el lunes por la mañana. Estaban citados el presidente Josep Maria Bartomeu y el vicepresidente deportivo Jordi Mestre. Sin embargo, Bartomeu ni apareció ni respondió a las llamadas realizadas a primera hora, y dejó en manos del primer ejecutivo de fútbol la resolución del conflicto. No fue capaz, puesto que los jugadores ya habían tomado la decisión y resuelto que esta vez priorizaban el entrenamiento y la recuperación al teatro mediático de una gala, como la de la FIFA, ciertamente artificial e intrascendente a todos los efectos futbolísticos.

La contramedida fue la grabación de un vídeo de disculpas, desafortunado y grotesco, protagonizado por el capitán Andrés Iniesta, el cual además trasladó las excusas del vestuario a los jugadores del Real Madrid. Albert Soler, como precaución, se quedó en Barcelona a cubierto para no compartir avión y ridículo con el presidente y el resto de la expedición directiva. 

LEE EL REPORTAJE COMPLETO EN LA EDICIÓN EN PAPEL DE EL TRIANGLE DE ESTA SEMANA 

(Visited 17 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

avui destaquem

Deja un comentario