La síndica de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, investigará el impacto que está causando la masificación turística en la Sagrada Familia. Esta decisión se adopta a raíz de las denuncias de la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Barcelona (FAVB) y de la Asociación de Vecinos y Vecinas de la Sagrada Familia, y se ha anunciado este martes después de la reunión de Vila con representantes de ambas.
Los tres interlocutores trabajan en un documento que reúna las quejas, que se remitirán al Ayuntamiento de Barcelona para que se ponga manos a la obra. Los vecinos culpan el Gobierno municipal de falta de reacción contra este fenómeno y se prevé que las dos asociaciones hagan llegar por escrito a la síndica la queja formal expresada este martes. A partir de entonces, cuando Vilà disponga de la documentación, se efectuará una evaluación de la actuación del Gobierno local, a partir de la cual se le podrían plantear recomendaciones.
Según Joan Itxaso, de la FAVB, la Sagrada Familia habrá recibido cuatro millones de visitas al acabar este año y espera recibir cinco millones en 2017, una afluencia que considera «insostenible» en relación a la movilidad y la supervivencia del comercio de proximidad. Ha pedido que se reformule la movilidad y el plan general metropolitano, y que no se incrementen los turistas hasta que se esté aplicando el plan de pacificación del barrio.
Además, la masiva afluencia de turistas también ha generado «una nueva burbuja inmobiliaria» a partir del alquiler de pisos turísticos, ha destacado Vilà.