El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar este viernes un impuesto sobre las bebidas azucaradas, igual al que ya ha presentado el departamento de Economía y Hacienda catalán, dirigido por Oriol Junqueras. Con este impuesto, el gobierno central dejará sin efecto el impuesto catalán, puesto que la ley prohíbe grabar dos veces sobre una misma cosa.
Si el Consejo de Ministros aprueba esta iniciativa, la Generalitat dejará de ingresar 31 millones de euros el próximo año, y 41 millones previstos para el 2018. Esta es la segunda vez que el gobierno del Estado ‘contraprograma’ un impuesto que había aprobado previamente la Generalitat, como ya pasó con el impuesto sobre los depósitos bancarios, con el que el gobierno catalán tenía previsto ingresar más de 600 millones de euros. El gobierno central creó un impuesto idéntico con lo cual impidió que la Generalitat pudiera recaudar aquel dinero.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, además del impuesto sobre bebidas azucaradas, también tiene previsto anunciar otros nuevos cambios fiscales como son el incremento de las tasas del tabaco, del alcohol y la reducción las bonificaciones del impuesto sobre sociedades, con los que se prevé recaudar 8.000 millones de euros más. Montoro también hará llegar toda esta información a Bruselas, para explicitar como el gobierno español intenta reducir el déficit.
Al Partido Popular de Cataluña, la propuesta del ministro Montoro les ha cogido por sorpresa. El diputado del PPC al Parlamento de Cataluña, Santi Rodriguez, criticó el impuesto aprobado por el gobierno catalán sobre las bebidas azucaradas, poco antes de que Montoro anunciara la misma propuesta fiscal.
Rodríguez afirmó que «algunos, esta semana estaremos muy contentos con el impuesto a la Coca-cola pero no lo compartimos». La referencia a la Coca-cola, era por la incorporación al Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña (Diplocat) de Sol Daurella, presidenta de la Coca-cola European Partners.
