Los liderazgos de Albert Rivera e Inés Arrimadas no convencen a todo el mundo en el seno de Ciudadanos. El presidente del partido tiene en contra un colectivo formado por unas 400 personas denominado TransC’parencia. Según El Confidencial, están presentes en 12 comunidades autónomas y cifran sus simpatizantes en 1.200. Su objetivo es promover una candidatura que se enfrente a la de Rivera en el congreso extraordinario que el partido naranja celebra el próximo mes de febrero.
Reprochan a Rivera, cara visible de C’s desde su fundación hace una década, falta de democracia interna y de correspondencia entre el ideario -que quieren mantener- y el comportamiento del partido en el día a día. Abogan por regenerarlo implementando mecanismos de transparencia interna.
En Cataluña, dirigentes de C’s reprochan a Arrimadas un discurso complaciente con el nacionalismo e inédito en el partido, revela La Razón. En concreto, la disposición de la jefa de la oposición a un referéndum legal y válido, manifestada recientemente, ha disparado la intranquilidad en una formación siempre alineada en contra del nacionalismo y el independentismo catalanes.
Muy explícitamente crítico con Arrimadas se ha mostrado el dramaturgo -y azote del nacionalismo catalán- Albert Boadella. En declaraciones al mismo diario ha equiparado a Arrimadas con «un submarino del nacionalismo situado en un lugar de mucha responsabilidad» y ha exhortado a Rivera a pronunciarse, añadiendo que si está de acuerdo con Arrimadas, «significaría un engaño a centenares de miles de votantes» que apostaron «por preservar una España de igualdad y unidad territorial».
