Los graves problemas económicos que arrastra el holding empresarial que preside Susana Monje han forzado su dimisión como vicepresidenta del FC Barcelona, cargo que ocupaba desde el año pasado, si bien desde el año 2010 ya era la tesorera del club. El grupo Essentium, que tiene su principal actividad en el sector de las infraestructuras y el inmobiliario, arrastra un endeudamiento financiero de más de 125 millones de euros y fuertes tensiones de tesorería que han provocado el impago reiterado de las nóminas en los últimos meses y las protestas de sus 350 trabajadores, que en varias ocasiones han salido a la calle para manifestarse.
Queda muy mal que la vicepresidenta económica del Barça tenga conflictos laborales y problemas con los bancos por no pagar el vencimiento de los compromisos de la deuda. Por eso, Susana Monje, que estaba muy expuesta mediáticamente por su cargo en el Barça, ha decidido presentar la dimisión. Sus funciones las asumirá temporalmente el presidente Josep Maria Bartomeu.
Pero Susana Monje no tiene sólo conflictos con su filial Assignia. El grupo Essentium también había entrado en el negocio del alquiler de yates de lujo en los Estados Unidos y los trabajadores también la han denunciado por el incumplimiento de sus obligaciones salariales. Además, han explicado que Susana Monje esconde una parte de sus negocios en paraísos fiscales, como las islas de Man y de Malta.
El nombre de la ex-vicepresidenta económica del Barça también salía en los famosos informes de la UDEF sobre los negocios de la familia Pujol. Allí se decía que las empresas de los Monje habrían servido para camuflar una parte del «tesoro oculto» de los Pujol, que controlarían el 18% del grupo Essentium. Consta que Valentín Monje, el fundador del grupo, y el ex-presidente de la Generalitat mantienen una larga relación de amistad, pero su hija, Susana Monje, ha afirmado que no conoce a ningún miembro de la familia Pujol.
