El elevado número de cargos electos que caen en la delincuencia organizada o tienen problemas con la justicia, y no por sus ideas políticas republicanas e independentistas. El último caso ha sido el del concejal y cabeza de lista de ERC del pueblo del Montmell (Baix Penedès), Xavier Navarro, detenido por los Mossos d’Esquadra por cultivo intensivo de marihuana. Al grupo de Xavier Navarro la policía le ha decomisado dos plantaciones «indoor» con más de 4.000 plantas de «maría» en una fábrica abandonada y una nave industrial en la zona del Vendrell. Con anterioridad, este concejal de ERC, que ha sido encarcelado por el juez, también había sido denunciado por violencia machista en el ámbito doméstico.
El caso de Xavier Navarro se suma a los de Francesc Cid, histórico dirigente de ERC en las Tierras del Ebro, muerto de un disparo en Las Casas de Alcanar y envuelto en el homicidio de un narcotraficante colombiano en Vinaroz; al de la concejal de Toses (Ripollès), Maria Gassó, detenida para formar parte de una organización dedicada al tráfico de cocaína, hachís y marihuana; al del ex-consejero de la Generalitat Jordi Ausàs, detenido y condenado a cuatro años de prisión por contrabando masivo de tabaco en La Seu d’Urgell; al del responsable del partido en Catellbisbal, Pere Nolasc Ramis, detenido por acoso y corrupción de niñas menores de edad a través de internet; al del ex-primer teniente de alcalde de Cubelles y ex-presidente de ERC en el Garraf, Joan Andreu Rodríguez, detenido por el acoso y abuso de menores; o al del ex-concejal de La Seu d’Urgell David Rueda, detenido por posesión y distribución de pornografía infantil.
Oriol Junqueras, si quiere llegar a ser presidente de la Generalitat, debería mirar con lupa la actuación de los representantes de Esquerra Republicana. No es normal que en un partido político se dé esta acumulación de episodios delictivos.
