El PP ha conseguido colocar al reprobado ex ministro del Interior Jorge Fernández Díaz al frente de una comisión del Congreso de los Diputados a cuya presidencia se puede acceder sin superar una votación. Por lo tanto, no ha hecho falta el apoyo previsto por parte de Ciudadanos y el PSOE.
Finalmente, su destino no será la comisión de Exteriores, sino la de Peticiones , de menor rango, de hecho una de las menos relevantes, y provista con sólo siete diputados -acostumbran a tener más de 40-. Percibirá, eso sí, el mismo complemento salarial de 1.432,31 euros, totalizando un sueldo de unos 85.000 euros anuales. Asimismo, dispondrá de secretaria, de asistente y de coche oficial.
Esta comisión se encarga de atender peticiones colectivas o individuales dirigidas a la Cámara, a veces de lo más excéntricas, si bien e muchas ocasiones se hacen eco de los problemas del día a día de los ciudadanos. Se constituyó el 9 de septiembre y para colocar a Fernández Díaz, destaca Público, se tiene que hacer dimitir a la diputada Pilar Rojo, hasta ahora presidenta. El PP ha empleado una rendija del reglamento de la Cámara que permite colocar de este modo aFernández Díaz sin que tenga que superar una votación.
Según el mismo diario, la reubicación del ex responsable de Interior es una decisión del presidente Mariano Rajoy. Fernández Díaz fue recusado el 25 de octubre porque la mayoría del Congreso -excepto el PP- considera que instrumentalizó el Estado, particularmente el Ministerio del Interior, con finalidades partidistas. Esta conclusión se basa en la conversación del entonces titular de Interior con el director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, en la que hablaba de destapar escándalos de políticos independentistas.
