La exposición Franco, Victoria, República. Impunidad y espacio urbano, ubicada en el Born Centro de Cultura y Memoria, pretende, según el prospecto que la explica, mostrar «la permisividad con los símbolos de la dictadura a partir de la peripecia de tres estatuas: La República, la ecuestre de Franco y La Victoria». La presencia de estas estatuas ante uno de los accesos al centro cultural provocó las iras de algunos partidos independentistas y medios de comunicación afines. Consideraron que representaba un insulto a las víctimas del franquismo y lanzaron una intensa campaña contra la exposición y, especialmente, contra la estatua ecuestre del dictador.
Desde que fue instalada se sucedieron los ataques contra ella. Le tiraron huevos, la pintarrajearon, le incrustaron una cabeza de cerdo y una muñeca hinchable y, finalmente, la tiraron al suelo. Las juventudes convergentes -ahora «demócratas europeas» – y de ERC lideraron estas acciones.
Finalmente, el Ayuntamiento de Barcelona, responsable de la exposición, retiró las estatuas.
En Barcelona y en muchos lugares de Cataluña hay estatuas, monumentos, calles e incluso escuelas que llevan el nombre de una persona que financió el bando franquista durante la guerra civil: Francesc Cambó. El historiador Borja de Riquer recoge en su libro El último Cambó su reacción ante un boletín del PSUC donde se criticaba su ayuda financiera a los nacionales franquistas: «Es más anticatalán el rencor comunista expresado en catalán que las órdenes contra el uso de la lengua catalana dadas por un teniente extremeño en castellano». Con este dinero se pagaron las bombas que bombardearon ciudades catalanas, como la propia Barcelona, que recuerda a Francesc Cambó en una aparatosa estatua en el cruce de la Vía Laietana con la calle de las Junqueras.
La coincidencia del nombre del presidente de ERC con la calle donde está el monumento que homenajea a aquel cómplice en la muerte de tantos catalanes leales a la República quizás animaría a Oriol Junqueras a dar el paso necesario para pedir la retirada de la estatua. Y, de paso, pedir también que se saque el nombre de Cambó de todas las calles, plazas y avenidas que lo llevan en tantas ciudades catalanas.
Por su parte, la CUP, además de pedir la retirada de la estatua de Colón del final de la Rambla, en Barcelona, podría cambiar el nombre del instituto escuela Francesc Cambó i Batlle de la localidad de Verges. Allí nació Cambó. Y el alcalde, Ignacio Sabater Poch, es de la CUP.
