Una de las primeras decisiones del grupo del PP en el Congreso de los Diputados, después de que Mariano Rajoy se haya asegurado la reelección como presidente, ha sido la presentación de una propuesta para que algunos memes que circulan por Internet puedan ser perseguibles legalmente, según interpretan algunos juristas, como Carlos Sánchez Almeida.
En concreto, la carga del PP se centraría en aquellos montajes fotográficos satíricos mediante la modificación de la norma que desarrolla la protección de los derechos al honor, la intimidad y la propia imagen. El argumento de fondo es que la difusión de estas chanzas virales con no cuenta con el consentimiento de las personas cuya imagen emplean.
Esta iniciativa necesitará una aprobación por mayoría absoluta para salir adelante. De momento, sólo ha sido registrada y es susceptible de experimentar modificaciones.
La Plataforma en Defensa de la Libertad de Información ya ha alertado del peligro que representa una iniciativa en este sentido para la libertad de expresión, porque limitaría las opiniones y los contenidos que se comparten on line. La oposición a esta maniobra del PP se ha extendido en la red mediante la etiqueta #SinMemesNoHayDemocracia.
El grupo parlamentario del PP no han aclarado a Verne (El País) si los memes están en el punto de mira de esta proposición, pero otras fuentes populares citadas por Público han indicado que sólo se refieren aquellos memes que incluyen insultos, amenazas o imputaciones de delitos.
El abogado especializado en Internet David Maeztu, por su parte, ha explicado a Verne que no tiene claras las intenciones del PP con esta propuesta, a pesar de que apunta que «ni siquiera tiene contenido» y que, con el texto en la mano, «sólo busca adaptarse en la realidad social».
