Greenpeace ha organizado cinco carreras en territorio español el último fin de semana para poner de manifiesto que las centrales nucleares son como muertos vivientes. En estas citas, llamadas Nuclear Running Dead, los participantes han competido caracterizados como zombis.
Según los ecologistas, la energía nuclear es «una cosa del pasado» y tendrá pronto su fin en España, «a pesar de las obstinaciones de las eléctricas para resucitarla». Una de las carreras se ha celebrado en l’Ametlla de Mar (Baix Ebre), localidad cercana a las centrales de Vandellós y Ascó. Las otras han tenido lugar en Valencia (cerca de la central de Cofrentes), Gárgoles de Abajo (Guadalajara, cercana a la central de Trillo), Miranda de Ebro (Burgos, próxima a Santa María de Garoña) y Trujillo (Cáceres, cerca de la central de Almaraz).
Greenpeace, asimismo, ha vuelto a recordar la duración de la peligrosidad radiactiva de los residuos de las centrales. Los organizadores, por otro lado, ha anunciado que destinan uno de cada cinco euros recaudados por la inscripción en la Nuclear Running Dead a Cherobil Elkartea, una organización que trabaja desde hace 20 años con las víctimas del desastre nuclear de la central de Chernóbil de 1986.
