La Generalitat de Cataluña está ultimando el rescate total de la autovía C-17, una concesión propiedad de Cedinsa, la empresa líder en el sistema de concesión por peaje en la sombra de Cataluña, propiedad del conglomerado de constructoras FCC, Comsa, Copisa y Copcisa. Cedinsa cederá la concesión de la autopista a cambio de su valor en libros, equivalente a 80 millones de euros.
En el año 2006, la Generalitat adjudicó a Cedinsa la construcción y explotación de la C-17, que une Vic y Ripoll, con una inversión de 287,6 millones de euros. En el supuesto de que se siga adelante con el rescate de la autovía, la concesión, que tenía que durar 33 años, duraría solo 11.
Estos 80 millones serán traspasados al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), el mismo destino donde fueron a parar los 275 millones de euros que tuvo que asumir la Generalitat después de que en el 2006, Cedinsa no hubiera podido afrontar el pago del préstamo. Fuentes del sector de la construcción apuntan que el ministro de Fomento, Rafael Catalá, ya ha dado el visto bueno a Oriol Junqueras y a Josep Rull para que sigan adelante con esta operación, que supondrá un gran ahorro para la Administración autonómica.
El rescate de la C-17 supondrá un ahorro de 40 millones de euros. La concesión preveía un coste de 120 millones, pero ahora, con este rescate total de 80 millones, las arcas públicas saldrían beneficiadas, sobre todo a largo plazo.
