CaixaBank ha superado los escollos para hacer progresar la OPA que inició en abril sobre el Banco Portugués de Investimento (BPI), que ahora ya controla. La asamblea de la entidad portuguesa, celebrada este miércoles en Oporto, ha acabado con el tira y afloja tumbando la limitación del 20% sobre el derecho de voto, lo que propicia que CaixaBank pueda asumir el control con el 45% de las acciones.
La Comisión del Mercado de los Valores de Portugal, asimismo, ha declarado que CaixaBank tendrá que presentar una oferta para adquirir todas las acciones del BPI, el cuarto banco portugués. Esta acción, hasta ahora voluntaria, pasa a ser obligatoria.
Mientras avanzaba la adquisición, el presidente del BPI, Artur Santos Silva, no había escondido su malestar. «Infelizmente, el capital portugués no consigue soportar las exigencias de esta institución. Un BPI portugués era el sueño de muchos, incluso era el sueño mío, pero no ha sido posible», declaró.
