Pocas horas después de que se hayan conocido los sorprendentes resultados de las elecciones del 26-J ya se empiezan a producir los primeros movimientos tácticos. En declaraciones a Telecinco, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha manifestado esta mañana que «nunca vetó Mariano Rajoy», dando a entender que esta vez está predispuesto a apoyar su investidura.
Durante la campaña electoral, el líder del partido naranja había puesto como condición ‘sine qua non’ para pactar con el PP la salida de Mariano Rajoy y su sustitución por algún otro dirigente popular totalmente libre de las sombras de corrupción. En este sentido, se especuló con el nombre del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, o incluso con un ‘independiente’ próximo a Génova, como el ex-ministro Josep Piqué.
Pero las urnas de este 26-J han dado un gran espaldarazo a Mariano Rajoy y le han abierto de par en par las puertas de la investidura, si bien queda lejos de la mayoría absoluta y necesita otros apoyos parlamentarios. En este contexto, Albert Rivera –que ha perdido ocho escaños en estas elecciones- ha movido ficha y ya se ha desmentido a sí mismo, que aseguró en campaña que «no pactaría un gobierno con Rajoy como líder».
Después de cerrar un acuerdo postelectoral con Pedro Sánchez, que no sirvió de nada debido a la negativa de Podemos a sumarse, Albert Rivera ha entendido que la jugada no le había salido bien, pero que ahora puede repetirla con el PP. Un acuerdo PP-Ciudadanos, con la abstención del PSOE, es la primera opción que valora Mariano Rajoy para encarar la investidura. Una grosse koalition PP-PSOE provocaría la ruptura de los socialistas.
