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Bodas de oro de Tortosa y Franco

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Tal día como este martes, 21 de junio, pero hace 50 años, tuvo lugar el acto de inauguración del monumento a la Batalla del Ebro ubicado en Tortosa, con la presencia del dictador Francisco Franco. Este símbolo de la dictadura ha sobrevivido medio siglo erigido en medio del río, superando últimamente una controvertida consulta con la que el Gobierno municipal ofrecía dos opciones: reinterpretarlo y contextualizarlo o retirarlo y museizarlo.

El Parlamento de Catalunya aprobó por un solo voto, el pasado mes de marzo, la moción con que instaba al Ayuntamiento de Tortosa a retirar el monumento franquista. La apoyaron el consejero Raül Romeva y la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, pero no el presidente Carles Puigdemont ni la consejera Neus Munté, mientras que el vicepresidente Oriol Junqueras se abstuvo, evidenciando la división del Gobierno de Junts pel Sí en este asunto.

La consulta se celebró y la primera opción, por la que apostaba el alcalde convergente Ferran Bel, fue la ganadora. Pocos días antes, el consistorio había retirado la condición de alcalde honorario y perpetuo de la localidad al dictador, otorgada en 1964 en conmemoración de los llamados «25 años de paz» -un cuarto de siglo después de la victoria golpista en la Guerra Civil española-.

Paròdica fiesta de cumpleaños
Este martes, un centenar partidarios de retirar el monumento se han reunido en una irónica y reivindicativa fiesta de cumpleaños, un acto convocado por la Comisión por la Retirada de los Símbolos Franquistas.

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