El Obispado de Girona, basándose en la ley 26/2015 de modificación del sistema de protección a la infancia y la adolescencia, ha solicitado a las parroquias que los curas y catequistes que trabajan habitualmente con menores acrediten mediante un certificado que no tienen antecedentes penales por delitos sexuales.
El mismo ente estima que esta decisión afectará a unas 800 personas, algunas de ellas voluntarias, que desarrollan actividades de formación, catequesis y educación en el ocio. La petición de este certificado de penales, imprescindible para que estas personas puedan seguir ejerciendo estos trabajos, fue remitida por carta a las parroquias el pasado 26 de mayo, publica el Diari de Girona.
Más allá de la solicitud del ente episcopal gerundense, entre los profesionales a los que se ha ido pidiendo la aportación del certificado están los profesores, los pediatras y los enfermeros.