Este lunes por la noche se reunió el secretariado nacional de la CUP en pequeño comité, con sólo nuevo de sus quince miembros después de que, el pasado viernes, dimitieran seis, cercanos al sector de Poble Lliure, que eran los partidarios de la aprobación de los presupuestos de Oriol Junqueras y que, en enero pasado, se opusieron a forzar la salida de Artur Mas.
Con su dimisión, este sector quería hacer visible las divisiones internas, puesto que en la reunión de hoy estaba prevista la renuncia en bloque de toda la ejecutiva.
El secretariado cupero empezó a preparar el nuevo reglamento electoral, que será aprobado dentro de dos o tres semanas por el comité político de esta formación.
Tal como se decidió en la asamblea de la CUP de Esparreguera del pasado mayo, el nuevo secretariado, equivalente a la ejecutiva, se escogerá por un doble sistema: once de sus quince miembros, se elegirán a través de candidaturas colectivas, y los cuatro restantes a título individual.
La nueva ejecutiva que salga de este proceso deberá pronunciase sobre la posición de la CUP en la moción de confianza a la cual se someterá el presidente Carles Puigdemont el próximo septiembre.
El secretariado se reunió el mismo día que La Vanguardia publicaba una encuesta según la cual, si se repitieran ahora las elecciones, perdería siete de sus diez diputados al parlamento. Pero este no era el dato más relevante, sino que los propios votantes de la CUP en las elecciones del 27-S sitúan Anna Gabriel entre los líderes políticos menos valorados, con una nota de 2,9. Sólo el popular Xavier García Albiol obtiene peor nota.
