El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha anunciado que no irá el próximo domingo al estadio Vicente Calderón para presenciar la final de la Copa del Rey entre el Barça y el Sevilla. El motivo es que el gobierno central ha prohibido la presencia de la ‘estelada’.
La delegada del gobierno central en Madrid, la popular Concepción Dancausa, ampara la prohibición de las banderas independentistas catalanas en el artículo 66 de la ley del Deporte, que se titula Prohibición de exhibición de símbolos violentos o racistas, armas y material pirotécnico en los espectáculos deportivos.
Cuando el independentismo empezaba a flaquear, el gobierno popular le ha dado un nuevo impulso. En el gobierno catalán y entre las formaciones independentistas se ha acogido esta prohibición con euforia.
Puigdemont lo aprovechó para desahogarse en declaraciones en las cuales reiteraba que «es un ataque a la libertad de expresión».
Si no se puede llevar ‘estelades’, puesto que se ha anunciado que las retirarán en los puntos de control que se montarán antes de entrar en el campo, ya se está pensando en una alternativa: ‘estelades’ en negro, en azulgrana, mostrala en la camiseta, … Hasta el próximo domingo, no se hablará del partido, sino de los símbolos y todo gracias al PP.
