Hace un par de meses los principales hospitales catalanes (Clínic, Sant Pau, Moisès Broggi, la Vall d’Hebron…) se colapsaron debido a un incremento de los casos de gripe, hecho que abarrotó los hospitales de pacientes que tuvieron que ser atendidos en los pasillos o en los boxes de urgencias, de dos en dos. Este fin de semana hemos podido comprobar como algunos de los hospitales más importantes no daban abasto. Las urgencias siguen colapsadas.
Los enfermos que han utilizado el servicio de urgencias del Hospital Vall d’Hebron durante este fin de semana han sufrido de primera mano la lentitud de los servicios públicos sanitarios. Este sábado, 52 enfermos han esperado cama en urgencias y algunos de éstos llevaban ya tres días de espera. El domingo, 46 enfermos seguían esperando para ser ingresados, y algunos de ellos ya llevaban cuatro días esperando.
En el hospital de Bellvitge se vivió una situación similar cuando, el pasado 4 de mayo, hubieron 22 pacientes esperando cama disponible mientras que toda una planta, la 11, estaba cerrada. En ese mismo momento había seis camas bloqueadas en la sexta planta, aunque según ha informado Marea Blanca, «no se encontró la llave para abrirlas».
Así como en la Vall d’Hebron y Bellvitge, en el Hospital Parc Taulí de Sabadell, hubo diez pacientes que durante el pasado jueves, 5 de mayo, tuvieron que pasar la noche en la Unidad de Reanimación Post Anestesia (URPA) por la falta de camas. El comité de empresa ha denunciado la «infradotación y la infrafinanciación» del centro, puesto que en el Taulí hay un total de 1,74 camas por mil habitantes, mientras que la media en Cataluña asciende a 3,4 camas y en el resto de España se sitúa en las 3,1 camas por la misma cantidad de habitantes.
