Después de que la Cadena SER informara sobre el escándalo protagonizado por 46 profesores del instituto de formación continúa IL3 -fundación privada de la Universitat de Barcelona (UB)- que habían gastado 800.000 euros en gastos injustificados, el vicerrector Josep Antoni Plana ha explicado durante una rueda de prensa que los auditores encontraron 130.086 euros en gastos de «difícil justificación» y ha señalado que no ha habido «ninguna irregularidad sino incidencias».
Plana ha admitido que la dirección financiera del IL3 tiene que «controlar de manera más eficiente los gastos y la justificación de estos«, que cuando se consideraron «dudosos pero no ilegales o irregulares» el rectorado estableció una serie de criterios respecto a su adecuación y los difundió a todas las direcciones de programas.
El vicerrector no ha aportado más información respecto a los gastos que no tienen relación con la actividad docente, como los 500 dólares en noches de hotel en los Estados Unidos durante el mes de julio; un tapizado de 1.000 euros; 300 euros en cremas faciales o una comida de 100 euros en Mallorca en pleno mes de agosto (cuando la universidad ni siquiera está abierta), entre otros. Aún así, ha remarcado que «se ha regularizado» la situación, puesto que sólo fueron advertidos en 2012, mientras que en 2013 y 2014 «las incidencias injustificadas ya habían desaparecido».
Ha recordado que estos gastos «tienen naturaleza privada y no pública» y que «el IL3 tiene una personalidad jurídica propia, diferenciada de la UB» de forma que «no están relacionados con el presupuesto de la Universidad«. Finalmente, ha invitado a los medios de comunicación a revisar «una por una» todas las auditorías y gastos de la fundación. «Si se descubre algún procedimiento ilegal, seremos los primeros en llevarlo a la fiscalía» ha añadido el vicerrector.
