El País Vasco, federalista

Los medios de comunicación antes convergentes y ahora independentistas tenían una gran inclinación a hablar del País Vasco. Desde hace algún tiempo, sin embargo, esta comunidad es poco presente en estos medios. El espejo que representaba para la derecha nacionalista y los colectivos independentistas de izquierdas catalanes se ha roto. Mejor no mirarse en él.

El espejo vasco devuelve en los últimos meses la imagen de una gente que vota Podemos en las elecciones generales y que se aleja del independentismo. En Cataluña, la marca Podemos también quedó primera en las elecciones generales.

El último sondeo del Euskobarómetro elaborado por la Universidad del País Vasco señala que un 34% de los ciudadanos prefiere el federalismo como forma de relación con España. A un 32% de los vascos ya les va bien el sistema autonómico actual mientras que lejos, a once puntos de distancia de los federalistas, se sitúa la opción independentista.

¿Cómo interpretar estos datos? ¿Quizás en el sentido de que los vascos no quieren la independencia porque les satisface el sistema de concierto económico vigente con España? ¿Habría que deducir que la pasión independentista de los últimos tiempos en Catalunya aflojaría si gozara de un sistema similar?

Dicen muchos economistas que el concierto económico vasco no se puede aplicar en Cataluña porque España no puede asumirlo. Que una cosa es que España renuncie a una mayor solidaridad financiera por parte de una comunidad como la vasca, de 2,2 millones de habitantes, y otra muy distinta es que renuncie a la que aporta ahora Cataluña, que tiene 7,5.

El debate independentista se juega a dos niveles: el económico y el de los sentimientos. El primero es un juego de conveniencias. ¿Saldremosganando más o menos dinero si somos independientes? El segundo, de voluntades. ¿Creemos o no creemos que somos diferentes de los vecinos?

De la respuesta a estas dos preguntas y algunas más de sobrevenidas depende que las mayorías se decanten por la independencia, el federalismo o el autonomismo.

Planteárselas es necesario y saludable.

Intentar ocultar a los que se las planteen que el País Vasco está lleno de federalistas es jugar sucio.

De todos modos, hay actitudes más sucias, lamentables y peligrosas de la Brunete mediática catalana. Y sino que le pregunten a Albert Boadella y su mujer cómo han tratado los medios de esta división acorazada y subvencionada el acoso que sufren en Jafre.

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