La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ve «fuera de lugar» la acción emprendida por la Asociación Española de Abogados Cristianos, que ha conseguido que el juzgado número 26 de Barcelona abra diligencias contra la poetisa Dolors Miquel por la lectura del poema Madre nuestra.
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Colau ha defendido la libertad de expresión destacando que el poema era «una afirmación feminista sobre los derechos de las mujeres» que no contenía «ninguna palabra ofensiva contra ninguna creencia religiosa». Para la Asociación Española de Abogados Cristianos, en cambio, Madre nuestra vejaba la oración en la que se basa, el Padre nuestro.
«Madre nuestra que estáis en el celo, sea santificado vuestro coño, la epidural, la comadrona…», empieza aquella obra, leída en la ceremonia de entrega de los premios Ciutat de Barcelona, en febrero. La poetisa la describe como «una dignificación del cuerpo de la mujer y un alegato a favor de la bondad» que carga, además, contra el renacimiento del fascismo en Europa.
La Asociación Española de Abogados Cristianos considera que Miquel incurrió en un delito contra los sentimientos religiosos y que Colau podría haber omitido el deber de perseguir delitos.
