Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil entre 2003 y 2011, ha sido detenido este viernes en el marco del caso Petrobras por la Policía federal de su país, que lo vincula al blanqueo de capitales y a la corrupción que está persiguiendo. Después de haber prestado declaración, ha quedado en libertad.
Según los investigadores policiales, Lula habría obtenido beneficios de la trama de sobornos de Petrobras mediante unas reformas en una residencia vacacional suya y también se señalan evidencias de financiación ilegal de sus campañas y de otros gastos.
La familia del ex presidente brasileño -esposa y cuatro hijos- también está en el punto de mira de los investigadores. La operación de este viernes totaliza 33 órdenes de registro y 11 órdenes de detención, entre ellas la de Lula, quien había negado durante las últimas horas las acusaciones que ha recibido en un artículo periodístico publicado recientemente, según el cual estaba al tanto de las actividades de la trama corrupta y la había intentado tapar.
En el caso Petrobras, que centra la operación Lava Jato y es el asunto más grave de corrupción de la historia democrática de Brasil, los cálculos de la Fiscalía apuntan a un desvío de 8.000 millones de dólares por la acción de una trama corrupta que sobornaba a empresarios y políticos. El Partido de los Trabajadores, el de Lula y de la actual presidenta, Dilma Rousseff, es uno de los salpicados por el escándalo.
