En Premià de Dalt, donde la estatua del ex presidente Jordi Pujol fue manchada y derribada por unos desconocidos, CiU y ERC han impedido que se retire la condición de hijo adoptivo al ex Molt Honorable.
La moción presentada por Crida Premià de Dalt-CUP-Poble Actiu para debatir la retirada de este honor ha sido rechazada por las mismas formaciones -dejando al margen a Unió- que, bajo la fórmula de Junts pel Sí, mandan en la Generalitat.
De este modo, Pujol no sólo continúa siendo hijo adoptivo, sino que esta localidad del Maresme -de donde procede su familia materna- mantiene una plaza con su nombre.
Queda en nada, en definitiva, otro intento de marcar distancias con el ex presidente, que confesó en julio de 2014 haber tenido durante más de tres décadas dinero escondido en el extranjero y actualmente está imputado en la Audiencia Nacional.
Hace dos años, ERC había votado en contra del mantenimiento de los honores a Pujol. Entonces, los convergentes argumentaron que la retirada de los honores sólo se tenía que producir cuando hubiera una sentencia condenatoria firme.
Si los concejales republicanos hubieran votado esta vez en aquel sentido, la iniciativa impulsada por la oposición habría salido adelante.
