Jordi Pujol dirigía una estructura jerárquica familiar organizada para cometer fraude durante años, según el parecer de la Fiscalía Anticorrupción. En concreto, revela el diario El Español, el fiscal Fernando Bermejo expone por escrito que la investigación «pone de manifiesto la existencia de una unidad de propósito y dirección que crea y controla una estructura organizada en la que se diferencian varios individuos con funciones diferenciadas».
Una de las principales evidencias que apuntan que el ex presidente de la Generalitat movía los hilos desde la cima de la estructura es el contenido de la agenda de su hijo Josep Pujol, hallada durante los registros.
Los diversos miembros de la familia Pujol Ferrusola que se encuentran imputados, señala Bermejo, «juegan un papel específico dentro de una operativa compleja cuyo objetivo final es el fraude organizado y el blanqueo de unos beneficios obtenidos que no tienen correlación con las ganancias que reciben, tratándose de una organización perfectamente estructurada, de carácter jerárquico y gran facilidad para la movilidad internacional del dinero». El fiscal también indica que la trama opera, como mínimo, desde 2001.
Fuentes del caso citadas por El Español, asimismo, señalan que el ex presidente Pujol era quien comandaba la gestión del dinero escondido al fisco español.
En sede judicial, revela El País, el ex presidente de la Generalitat, no obstante, dijo que estaba al margen de aquel dinero y que no sabía -«No sé porque no quise saber»- donde estaba depositado.
Además, declaró que no podía afrontar el riesgo político de regularizarlo, expresando temor a que su trayectoria -fue presidente de 1980 al 2003- se viera salpicada. «Todo el mundo sabía que yo deseaba que esto se regularizara. Lo que pasa es que no había las condiciones para hacerlo», declaró, según El País.
