Thomas Spieker, un empresario alemán arraigado en Catalunya, ha iniciado a Change.org una recogida de firmas, «Si a la BulliFoundation de Ferran Adrià en Cala Montjoi», promovida por los empresarios del Grup Impuls de Girona (en), que integran las Cámaras de comercio de Girona, Palamós y Sant Feliu de Guíxols, así como las asociaciones empresariales FOEG, Pimec Girona y Foro Carlemany.
Los partidarios del proyecto del chef, que comporta una ampliación de un 250% del área que actualmente ocupa El Bullidentro del Parque Natural del Cabo de Creus, lo defienden diciendo que será «un referente mundial» que «prestigiarà la Costa Brava y las comarcas gerundenses en general». Argumentan, además, que la obra pasará «más filtros que cualquier otra» y que «está asegurada» la preservación de la naturaleza, reprochando a los detractores de los planes de Adrià que «es fácil levantar la bandera populista de la defensa del medio ambiente».
La ampliación de elBulliFoundation no convence a los ecologistas por sus consecuencias medioambientales y urbanísticas. Ecologistas en Acción ha señalado que eludir la normativa mediante una ley a la medida de la gastronomía del chef, pasando por encima de otras disposiciones legales, crea un precedente peligroso porque allana el camino a la especulación urbanística sobre suelo protegido y da lugar, junto con una nueva ley de costas, a «una nueva forma de urbanismo cultural que reedita el mismo viejo modelo privatizador y especulador».
En su primer día, la iniciativa de Spieker y el GIG, dirigida al Ayuntamiento de Roses y a la mayoría de partidos del Parlamento catalán, ha recibido 168 firmas. La de los detractores, remitida hace meses al Parlamento y a los cabezas de lista de las últimas elecciones en Catalunya, roza los 120.000 apoyos. Entre ellos se cuenta el de Lluís Rabell (CSQEP), pero no el de Miquel Iceta (PSC).
Desde que la tramitación de la ley a medida fue suspendida, si bien se han ejecutado algunas obras, la parte esencial del proyecto se encuentra congelada.
