La infanta Cristina de Borbón será juzgada como cooperadora necesaria de dos delitos fiscales. Un auto de la Audiencia de las Baleares desestima aplicar la llamada doctrina Botín, esgrimida por la defensa de la hermana del rey para que no volviera a sentarse en el banquillo del caso Nóos a partir del 9 de febrero, cuando se efectuarán interrogatorios a los acusados.
La decisión, que no admite recurso, acepta, en contraposición a la doctrina Botín, que se pueda llevar a juicio por delito fiscal a alguien con el impulso exclusivo de la acusación popular, que en cuanto a Cristina de Borbón ejerce Manos Limpias. La Fiscalía y la Abogacía del Estado habían pedido el archivo de la causa contra ella.
El tribunal considera que el caso de la infanta no es como el del ex presidente del Santander y avala la acusación popular contra ella como «plenamente justificada», argumentando que la naturaleza del delito fiscal atribuido es «difusa, colectiva o de carácter meta individual»
