La Cala saqueada

El nuevo equipo de gobierno municipal levanta las alfombras del Ayuntamiento de l'Ametlla de Mar
Estudi d'imatge a l'exalcalde de l'Ametlla de Mar
Estudi d'imatge a l'exalcalde de l'Ametlla de Mar

«Somos podio. No sé si plata u oro, por desgracia», responde el alcalde de l’Ametlla de Mar, la Cala, Jordi Gaseni (ERC), preguntado por si el consistorio que empezó a regentar en junio es el más endeudado de Catalunya. El municipio de las Tierras del Ebro, de 7.303 habitantes, arrastra una deuda de 48 millones de euros, equiparable al de Rubí, con la diferencia que la ciudad vallesana tiene 74.000 habitantes. Los números rojos de un pueblo similar, por ejemplo Santpedor, son de 1,6 millones.

El nuevo equipo de gobierno municipal ha estrenado mandato con la aprobación de un presupuesto de 13,7 millones de euros que incorpora un recorte del 20% en relación al del último ejercicio. La concejalía de Economía, además, ha dado la orden «de austeridad total» para intentar no agotar las partidas. El consistorio está intervenido. Se han acabado las dietas y otros gastos de los cargos electos.

El Ayuntamiento, además, se enfrenta a dos sentencias firmes: una, por uno de los tres proyectos ejecutivos de la residencia de abuelos -que está construida pero cerrada- por el cual tienen que pagar 475.000 euros. Y la otra, por la descalificación urbanística de la fantasmagòrica urbanización de Puerto Oliver, que les obliga a abonar 538.000 euros. La residencia, que tenía un presupuesto de 5 millones y acabará costando 8, permanece cerrada a pesar de los 462.000 euros que cuesta anualmente, porque la empresa que ganó el concurso prometió el concierto de varias plazas por parte de la Generalitat, que nunca llegó.

Pero los problemas no acaban aquí. El de la Ametlla es un Ayuntamiento con una alta ‘litigiosidad’: ¡tiene pendientes 80 contenciosos! «Teníamos mucha actividad urbanística porque aquí éramos más chulos que nadie», lamenta el alcalde.

El agujero negro encontrado en las arcas municipales de la Ametlla respondería a grandes proyectos de obra pública, pero el nuevo equipo de gobierno se ha encontrado también ‘pequeñas’ sorpresas. «Podíamos interpretar que lo más gordo es fruto de una mala gestión, pero cuando juntas esto con facturas pequeñas ves mala fe», explica el alcalde. Entre las facturas ‘menores’ hay un estudio de imagen y comunicación para la exalcalde, que costó 3.500 euros, y en qué uno de los principales objetivos es incrementar la militancia de CiU. Según fuentes del Ayuntamiento, Martos facturaba a 330 euros la hora. Del 2010 al 2012, facturas que suman 62.000 euros en restaurantes…

LEE EL REPORTAJE COMPLETO EN LA EDICIÓN EN PAPEL DE EL TRIANGLE DE ESTA SEMANA

(Visited 31 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

avui destaquem

Deja un comentario