La posición de Deloitte entre las grandes auditoras se resiente tras el mazazo que ha recibido su reputación por el escándalo de Abengoa, que se suma al que sufrió con Bankia. Distinguida como una líder mundial, también como la auditora con más clientes en el Ibex-35, se encargaba de auditar a esta multinacional energética desde 2012 y se ha embolsado 20 millones de euros en tres ejercicios con ella, pero no ha alertado sobre sus números, algo que sí que ha hecho un joven de 17 años. Según ha trascendido, el chico obtuvo un 10 en la asignatura de Economía en el instituto con el descubrimiento de la manipulación contable de Abengoa.
A Deloitte, por su parte, le toca cargar con la cruz de haber alertado el pasado mes de noviembre, demasiado tarde, y puede recibir un expediente del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) del Ministerio de Economía. Según publica Vozpópuli citando fuentes del sector, el Santander la ha abandonado e Iberdrola no ha querido saber nada. Además, sus competidoras, PwC y KPMG, ya se han lanzado a aprovechar este pinchazo reputacional y ser las escogidas por Telèfonica, la segunda compañía del Ibex-35 que más gasta en auditorías (sólo superada por el Santander), que adjudicará el contrato más jugoso del momento en el sector, correspondiente al periodo 2017-2019, cifrado en casi 200 millones de euros.
En Catalunya, el que fue mano derecha de Artur Mas antes de alcanzar la presidencia, David Madí, es uno de los cerebros de Deloitte. Madí, que también asesora a Telefónica y fue incorporado por Applus (es vicepresidente) y por Endesa (como presidente de su consejo asesor en Catalunya), es responsable del área de consultoría estratégica de Deloitte en Barcelona, firma que triplicó sus ingresos procedentes del Gobierno de la Generalitat cuando CiU volvió al poder respecto a los últimos tres años del Ejecutivo de José Montilla, reveló el anuario Mèdia.cat.
