Ha anunciado que no votará a favor de la investidura de Mariano Rajoy, pero no ha dicho nunca que no apoyará un gobierno del PP si optan por otro presidente. También ha dejado entrever que, si Ciutadans no es la primera fuerza electoral este 20-D, que no lo será, no estarán en el gobierno, pero, según cuales sean los resultados, se pueden ver prestando apoyo parlamentario y, más adelante, quien sabe si acaban entrando en el ejecutivo. De darse esta situación, los mismos populares temen que Albert Rivera pondría un precio muy alto a su apoyo: no pediría ministerios del área económica, que estos están reservados para la primera fuerza, sino el de Exteriores. Por otro lado, los cerebros de Ciudadanos creen que después del empujón que han tenido en Cataluña y que ahora esperan tener en España es necesario que tengan impacto en el ámbito europeo y, para conseguirlo, no dispondrían de mejor carta que la de Albert Rivera de ministro. Josep Antoni Duran Lleida suspiró por este cargo durante años y nunca lo consiguió. Ahora otro catalán lo podría tener al alcance de la mano.
