Desde hace meses, se multiplican los rumores, comentarios y noticias sobre bajas de militantes de Convergència por la deriva independentista del partido o por la negociación con la CUP si bien, de momento, no se han visualizado, no han hecho pública su deserción.
«Si hay militantes que se han dado de baja, se han quedado en casa porque ningún partido ha anunciado afiliaciones de exconvergents», señala un consejero nacional de esta formación a pesar de reconocer la existencia de tensiones internas.
El democristiano Ramon Espadaler asegura públicamente que Unió está captando «militantes de CDC asustados por la CUP», pero, de momento, no presentan ni cifras ni nombres. Respecto a estas declaraciones, las fuentes convergentes consultadas recuerdan que pasa todo el contrario: los sectores independentistas o más nacionalistas de Unió, encuadrados ena Demòcrates de Catalunya, se han ido a Junts pel Sí. «Quién ha tenido una fuga masiva de militantes ha sido Unió, no nosotros», indican.
Estas fuentes señalan que, hasta ahora, de la dirección convergente, sólo Antoni Fernández Teixidó ha renunciado a los cargos por discrepancias con la línea política, a pesar de que continúa como militante, si bien hay afiliados que se han distanciado sin dar el paso de darse de baja. «Donde pueden ir?», preguntan fuentes del consejo nacional de CDC si Esquerra es tanto o más independentista y partidaria de los acuerdos con la CUP, y cuando Unió es extraparlamentària y el PSC se ha abrazado al unionismo.
Estas fuentes subrallan que no hay fugas de militantes hacia otros partidos, a pesar de que tampoco tienen claro si todo el mundo continuará o se quedará mucha gente al margen de la formación que surja de las cenizas de CDC y que ni siquiera mantendrá su nombre y las siglas del partido. A estos, les llaman militantes «desorientados».
