La posible infracción de la Directiva Marco del agua, por la carencia de planeamiento para evitar la acumulación de residuos salinos que, fruto de la explotación minera, podrían contaminar la cuenca del río Llobregat, ha motivado que la Comisión Europea haya ampliado el expediente abierto contra la Generalitat por no obligar a la multinacional Iberpotash a limpiar los vertidos de Sellent, Súria y Balsareny.
La carta enviada a la Generalitat desde Bruselas, informa ‘La Vanguardia’, apunta que el Gobierno de la Generalitat no tiene en cuenta la aplicación del principio comunitario ‘quién contamina paga’.
Hace más de 15 años que entidades ecologistas del Bages se quejan que cada vez que llueve se filtra el agua de la escombrera a la cuenca del río y salinitza el agua. La UE dice que la Generalitat «no garantiza que los residuos extractivos producidos por Iberpotash se gestionen sin poner en peligro la salud pública». Y recuerda que la multinacional israelí todavía no ha presentado un plan viable de limpieza de la escombrera.
El Gobierno catalán tiene dos meses para argumentar una defensa. Si no convence, el expediente podría acabar en una denuncia en el Tribunal de Luxemburgo.