La segunda fase de la Operación Pandora fue un calco de la primera: gran despliegue de efectivos de la policía, registros, detenciones y nota de prensa que relaciona el movimiento libertario con una organización terrorista criminal.
Casi todos los «terroristas» de la primera Operación, en diciembre, estuvieron un mes y medio en prisión, antes de dejar de ser «terroristas» potenciales y de quedar en libertad con cargos. Esta segunda fase de la Operación ha llevado a uno de los nueve detenidos a prisión. Contra él, un abogado laboralista de Sants, pesa la aparición de su alias en varios correos electrónicos.
El argumento que da forma a la Operación es un informe de los Mossos que consta en el sumario y que se titula «Valoración de los indicios relevantes que permiten sostener que los Grupos Anarquistas Coordinados (GAC) son una organización con finalidades terroristas«.
Me explican que durante las asambleas posteriores a las detenciones, la mayoría de asistentes consideraban un montaje la existencia de los GAC y se hacían cruces con que el informe policial hablara de una «organización jerarquizada»… ¡en un entorno anarquista!
Yo no sé si, como defiende el entorno a los encausados, la acción policial responde a una criminalización del movimiento libertario. Pero está claro que ateneos populares y centros sociales acogen a despedidos, a desahuciados… y, en definitiva, a personas desamparadas por una manera de hacer política que, organizadas con los inquilinos habituales -una parte de la militancia anticapitalista- podrían rebelarse e incomodar al establishment.
Veremos si la represión sobre este colectivo, como pasa con el independentismo, frena el movimiento o le origina adeptos.
Coda:
Visto el rebomborip originado en las redes, que vinculaba la Operación Pandora con la «represión» del Ministerio con los cupaires por las negociaciones con JxS para sacar adelante el proceso, el juez que lleva la instrucción, Juan Pablo González, ha tenido que aclarar que los directores que han orquestado la operación son los Mossos d’Esquadra. Ni la Policía Nacional, ni el PP, ni el Gobierno de Madrid, ni el Ejército.