Copisa ha incumplido el plazo del pago de la deuda que tiene con la banca y ha tenido que pedir, por tercera vez en los últimos años, un aplazamiento.
Esta constructora, una de las más contratadas por la Generalitat y de las más cercanas a CDC y a los Pujol, tiene a su principal accionista, Josep Cornadó, y su esposa, que también es accionista, junto con al ex consejero delegado Xavier Tauler, imputados por el supuesto pago de comisiones a los hijos del expresidente Pujol.
La compañía de los Cornadó, según fuentes financieras citadas por El Confidencial, ha incumplido el acuerdo de reestructuración de la deuda firmado hace un año. El pasado 25 de mayo, explica la misma información, solicitó al Santander, al BBVA, a Caixabank, al Banc de Sabadell y al Banco Popular posponer hasta julio el pago de 11 millones y pidió a estas entidades que no activaran las cláusulas de ejecución de los préstamos para tomar el control de la constructora.
El aplazamiento fue aceptado y el pago se tenía que efectuar el 30 de septiembre. Ahora los acreedores tienen que decidir si toman la compañía a los Cornadó o si conceden a sus amos una nueva oportunidad para que intenten remontar una situación marcada por un patrimonio negativo de 113 millones a finales del 2014 y por la decadencia a raíz del estallido de los casos de corrupción.
Comsa-Emte
En cuanto al grupo que controlan los Miarnau (70%) y los Sumarroca (30%), también relacionado con las comisiones ilegales a Pujol y a CDC, Cinco Días ha publicado esta semana que ha pedido a la banca -los mismos acreedores que Copisa- la refinanciación de un crédito sindicado cuyo vencimiento se había alargado hasta el año próximo.
Los activos vendibles de Comsa-Emte marcan la diferencia con el caso de Copisa, que sobrevive con el ‘respirador artificial’.
